Confieso que esto de escribir así, desde el anonimato, no me acaba de convencer, o más bien no me gusta. Ya sé, la mayoría lo ve como una ventaja a la hora de poder expresarse sin cortapisas, más libremente. Pero es que siempre he sido de hablar a los ojos y con esto de la tecnología se está perdiendo por momentos, o mejor dicho por sms, mail, por "guasaps". Yo el primero y dando ejemplo, ojo que no estoy libre de pecado o que empiezo a estar "estropeao", hasta el punto que cuando ves a la persona ya no sabes si hablar o enviarlo por el maldito teléfono inteligente de turno (que también tiene bemoles el término, por aquello de no acudir a los atributos).
Claro que a lo mejor acabo encontrándole el gusto y me dedico con total desfachatez, al amparo de "esas presuntas limitaciones", a uno de los deportes más practicados en este país, la "despotriquez" sin argumentos, la crítica por la crítica sin más justificación, con la meridiana claridad del tertuliano de pro, vamos el llevar la contraria de toda la vida y así aprovechar para ajusticiar y liquidar deudas pendientes.
Pero seguramente o a lo mejor es sólo quizás por mi escasa capacidad como escribidor (que sin que sirva de atenuante ya avisé al principio de esta bitácora), que a fuerza de ponerme aquí, ante mis vergüenzas y miserias, me vea delatado sin ningún atenuante y me deje ante la fría intemperie sin defensa posible.
O quizás sean las calzas verdes, que no son suficientes para este invierno casi consolidado o que apunta tendremos cuando y como toca, cuando ya casi estábamos acostumbrados a su casi ausencia gracias a desmanes cometidos con el planeta en el que vivimos de prestado pero que se nos olvida casi siempre!!!(esto daría para otra entrada como mínimo, sino un blog entero)
Igual es que solamente quiero gritar y gritar, salir de la rutina en la que me encuentro, no buscada pero que me persigue con persistencia y me reclama casi todas mis fuerzas. O quizás es que éstas no son muchas ya y se gastan rápido y además me doy cuenta de ello y me molesta. Maldita la hora de abandonarle a uno la inconsciencia!Quizás es la terrorífica incertidumbre que aliada con mi cobardía, acorralan a mi poca inteligencia.
O quizás es sólo que ya estamos más cerca del final del año y no me gusta el resumen que me hago, o me asusta lo que intuyo en el horizonte y espero ser capaz de poner en negro sobre blanco en este formato uno de estos días.
Claro que a lo mejor acabo encontrándole el gusto y me dedico con total desfachatez, al amparo de "esas presuntas limitaciones", a uno de los deportes más practicados en este país, la "despotriquez" sin argumentos, la crítica por la crítica sin más justificación, con la meridiana claridad del tertuliano de pro, vamos el llevar la contraria de toda la vida y así aprovechar para ajusticiar y liquidar deudas pendientes.
Pero seguramente o a lo mejor es sólo quizás por mi escasa capacidad como escribidor (que sin que sirva de atenuante ya avisé al principio de esta bitácora), que a fuerza de ponerme aquí, ante mis vergüenzas y miserias, me vea delatado sin ningún atenuante y me deje ante la fría intemperie sin defensa posible.
O quizás sean las calzas verdes, que no son suficientes para este invierno casi consolidado o que apunta tendremos cuando y como toca, cuando ya casi estábamos acostumbrados a su casi ausencia gracias a desmanes cometidos con el planeta en el que vivimos de prestado pero que se nos olvida casi siempre!!!(esto daría para otra entrada como mínimo, sino un blog entero)
Igual es que solamente quiero gritar y gritar, salir de la rutina en la que me encuentro, no buscada pero que me persigue con persistencia y me reclama casi todas mis fuerzas. O quizás es que éstas no son muchas ya y se gastan rápido y además me doy cuenta de ello y me molesta. Maldita la hora de abandonarle a uno la inconsciencia!Quizás es la terrorífica incertidumbre que aliada con mi cobardía, acorralan a mi poca inteligencia.
O quizás es sólo que ya estamos más cerca del final del año y no me gusta el resumen que me hago, o me asusta lo que intuyo en el horizonte y espero ser capaz de poner en negro sobre blanco en este formato uno de estos días.
El caso es que aquí, solo, delante del teclado, me veo más pequeñito...El caso es que aquí y sólo aquí soy capaz de leer mis pensamientos y sonrojarme, claro, porque o no hay muchos, o no me gustan. El caso es que a lo mejor son estos días de Fiestas de Obligado Cumplimiento, a medio pasar y medio digerir, o los resfriados propios y ajenos, o tal vez y, como me temía, las ausencias más presentes que nunca...
En fin, lo más seguro es que empiece a ser consciente de una vez por todas que me acabo, ya me vale otra vez, otro lío al pretender escribir alguna cosa con sentido y se me acumulan los sin sentidos. Se nota, no? Por mucho disimulo y disfraz en todas estas entradas inconexas, sin remiendo posible. Aburro seguro hasta apagar cualquier chispazo de alegría, hasta obligar a esconderse a la luna, hasta marchitar cualquier jardín...