jueves, 10 de octubre de 2013

La Vida en Fascículos

Definitivamente me hago mayor. Esto de la inmediatez, de disponer de todo a tiro de un click, incluso hasta la saturación, me agota. Quién me iba a decir a mi que echaría en falta esas colecciones de fascículos, esas de los temas más insospechados y peregrinos. Bueno los anuncios de septiembre no, eso no, que quede claro.
 
El recibir la información segmentada, semana a semana, poquito a poco, con el ansia generada de que pasara el tiempo rápido para poder ir al kiosko, si al del Sr. Enrique para comprar y poder leer, poder avanzar.
 
Ahora bajo el lema de la máxima información disponible, el mejor  y más veloz acceso, un pequeño y cada vez más tiránico monopolio nos abruma con el contenido que se refleja en la pantalla, nos tienen prisioneros, atados de pies y teclados, sin darnos opción, respirando la libertad que nos fabrican. Todo enpaquetado y en alta resolución.
 
Y ya puestos a quejarme, ese enanito gruñón que me persigue siempre acaba apareciendo, ni nos vemos o quedamos, dos clicks y a chatear, maldito uso fraudulento. Y ya puestos, yo prefiero ir a chatear de verdad, unos vinitos, unas tapitas, si es posible sin talibanismos turísticos. Defintivamente, me hago mayor.

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