jueves, 28 de noviembre de 2013

Qué Bonita es La Amistad...y una Mierda!!!


Disculpareis el exabrupto, pero desde hace unos días y debido a recientes acontecimientos que me lo han refrescado, me encuentro en un estado francamente lamentable. Bastante tocado. Está claro que la firmeza no solo me abandona para enmendarme de mis pecados, sino que también para la defensa de uno de los pocos valores en los que siempre he creído: La Amistad.

Mira que le doy vueltas, o igual es precisamente por eso, que busco y rebusco en demasía los motivos, las razones, la siempre socorrida culpa. O simplemente me niego a reconocer, por el dolor que provoca, un fracaso en toda regla. O estar equivocado y pensar que una amistad de treinta años tampoco es para tanto. Total en ese tiempo que puedes haber compartido? Vacaciones, bodas, apadrinamientos, cines, cenas, confesiones, fracasos sentimentales y profesionales…bah!! Tonterías!!

Quizás me empeñé en no querer ver las señales claras y evidentes, pecando de orgullo, sobrevalorando lo “invertido” o minusvalorando los peligros. Casi, y por un momento, me creí a salvo de la aplicación de la conocida teoría: los amigos caben en una mano. Por qué se ha cumplido? No podía haberse dado una excepción?

Quizás es mi empecinamiento en ver el vaso medio vacío en vez de disfrutar por verlo casi lleno, pues tengo más motivos para lo segundo que para lo primero, sobre todo si hacemos caso al tintineo del “whatsapp” en el móvil. Pero hoy la cosa parece no se anima y a la remonta le está costando llegar. Con lo bien que íbamos!!


Supongo que una de las consecuencias más inmediatas será la de actualizar mi currículum, eso me queda claro. A borrar entre mis virtudes la empatía y a pasarlo mal, porque ahora o eres empático y hablas tres idiomas, o no trabajas ni de reponedor, con todos mis respetos. Ahora toca espabilarme porque si encima suspendo en “resilencia” (se escribe así, no?), ni de político, vamos.

Así que me cambio al otro blog y miro si encuentro alguna cancioncilla que me consuele…porque hoy pintan bastos…





viernes, 22 de noviembre de 2013

Casualidad. Causalidad

Que no, que por mucho esfuerzo y explicación enciclopédica, nadie me va a cambiar el respeto que le tengo a la casualidad como motor fundamental de las causalidades de mi vida. Ya sé que no hace mucho hablé del tema, pero es que el otro día cenando en casa de mi amigo Paco, sentenciador como pocos tertulianos de pro, sacó el tema del "no hay nada que hacer" "todo está escrito" y toda una serie de razonamientos para defender el más absoluto de los determinismos, sin posibilidad alguna para el más mínimo de los azares. Y por ahí ya le dije que no.

Y mira que se enzarzó en una explicación completa y habló de los condicionantes económicos que marcan las estructuras sociales, de como el entorno geográfico condiciona al ser humano (a pesar del esfuerzo tenaz que estamos realizando para cargárnoslo le sugerí?), de la carga genética como condicionante de nuestros comportamientos, vamos que salió hasta Calvino y la falta del libre albedrío...en fin, para qué moverse si ya está todo "arreglao y apañao".

El caso es que, debido seguramente al hielo del whisky...no me pude resistir y le pedí que me explicara y me acomodara a mi, a nosotros, su todo ya está escrito. Ahora, próximo el aniversario de cuando te conocí, la causa de mi todo. Le pedí, casi le exigí al pobre Paco, me explicara donde estaba su sacrosanto determinismo en la manera en como nos conocimos.Menos mal que estamos acostumbrados a decirnos cualquier cosa y afortunadamente nunca llega la sangre al río.

Aún hoy, no dejo de verla cada vez como la noche más mágica de mi vida. Aún hoy, tengo cada vez más claro cuan afortunado soy y cuanto le debo a la más absoluta de las casualidades. Porque ni tenía las ganas de acudir a la celebración de ese cumpleaños, salvo el deber de no dejar en la estacada a un amigo, ni nunca pensé que aparecerías así en mi vida para cambiarla, para salvarla. Aún hoy disfruto, se me ilumina la cara, se acelera el corazón, solo de pensar y acordarme en cómo una noche más, de un sábado más, de un noviembre cualquiera...lo determinó todo en mi vida, me dio la vida.

Incluso si me pongo, y la la memoria no me guarda la enésima mala pasada, que Paco no sé si lo determinará lo genético o que uno empieza a estar estropeado,  aún creo verte con esa falda de tubo gris y esa blusa de flores en los que creo recordar predominaban los tonos granates y marengos. Pero sobretodo, recuerdo tu mirada, tus pómulos, tus labios, tu sonrisa, la vitalidad que desprendías. La energía que todavía hoy me alimenta.

Paco, por Dios!!! Dónde estaba eso escrito? Determinación Paco, eso si no puede faltar, para tirar pa'lante, para seguir en la aventura apasionante del vivir y venga lo que venga, como dice alguien que conozco, hay días marcados en rojo...


jueves, 21 de noviembre de 2013

Minutos Publicitarios

Hoy sólo quería aprovechar para contaros que me he embarcado en un nuevo blog: Música en tu Vida. cuyo enlace espero poner bien: 

musicaentrocitos.blogspot.com

No tengo ni idea de música, pero siempre me ha gustado mucho, a ser posible sin interrupciones publicitarias, por eso nunca me ha gustado mucho la radio o esas páginas que te insertan la publicidad. Me considero abierto a escuchar de todo y dejarme sorprender, aunque seguramente se me verá de que pie cojeo con las canciones que proponga, seguro.

Así que me gustaría compartir canciones que han significado algo o me han acompañado en situaciones que se han quedado grabadas entre mis recuerdos y emociones en muchas ocasiones, o simplemente porque me gustan. También me gustaría conocer vuestra opinión, saber cuales han sido las vuestras.

Un saludo,

viernes, 15 de noviembre de 2013

Fiestas de Obligado Cumplimiento

Ya están aquí, ya se acerca la Navidad. Los indicios se convierten en pruebas irrefutables. Bombardeo inmisericorde de anuncios a los críos por televisión, algo que debería estar penado, pues provocan indigestión cerebral como poco. Pero no todo se queda ahí. Además tenemos la instalación del alumbrado callejero, el anuncio de la lotería de Navidad que es imposible hacer más cursi y casposo (qué vuelva el calvo ya!!!) y claro, los grandes almacenes de toda la vida con sus fachadas tutti colori!! Es todo tan bonito que...me callo porque me sale una burrada.

Que si, que paz y amor a los hombres de buena voluntad...que ya se encargarán de la víscera los sospechosos habituales de la televisión. Que si, son días señalados para reunirse con la familia, incluido el capullo de tú cuñado con sus comentarios sexistas. Y luego está el "chorreo" de mensajes y fotos "originales" recibidas por tierra, mar y whatsapp llenos de buenos deseos, esos que nos reservamos para estos días y que no sacamos a pasear el resto del año.

El caso es que a estas alturas se me nota y no puedo disimular. Estos días de obligado cumplimiento y felicidad por decreto cada vez me cuestan más de asumir. Y lo curioso del caso es que hablando del tema, mucha gente te confiesa los mismo y la "obligación" de la que no pueden prescindir. Pero como todos somos un poco cobardes...ahí andamos, ya habrá tiempo para valentías otro año, que éste el menú ya está cerrado y no es plan de aguar la fiesta a "naide".

En fin, pido perdón, que aún siendo viernes, uno puede tener un mal día. Y lo dice un firme defensor de la noche más mágica del año, donde solo por ver la sonrisa, los nervios y la ilusión de los más pequeños daría lo que fuera. Y pido perdón, teniendo en cuenta las tragedias presentes de lo cotidiano más las añadidas por tifones implacables. 

Queda dicho y me despido no sin antes desearos felices fiestas, próspero año (donde lo peor sea lo mejor de éste), que os traigan muchas cosas los reyes!! Apa, qué se fastidie "De ingliss Tallin" y "me se" adelanto!!


martes, 12 de noviembre de 2013

Ataque de Nostalgia

Hoy, sin venir a cuento y sin estar preparado para ello, he sufrido un repentino ataque de nostalgia. Culpables, motivos? No sé si sólo me pasa a mi o es más frecuente de lo que yo me creo, que tengo claro no soy inventor de nada. Confieso que la mayoría de las veces me pilla desprevenido y además soy incapaz de detectar los indicios. Vamos que no aprendo ni a cañonazos. Supongo que el hecho de evocar mi infancia estos días, me ha llevado inconscientemente y cuan flautista hasta aquí.

Como decía no ha sido la primera vez. La culpa, que siempre va bien tirar para fuera y no reconocernos lo negativo, ha sido el desorden más absoluto a mi alrededor, bordeando el caos y agotadas todas las alfombras donde esconder ya nada más.He abierto el armario ese que casi nunca abrimos. Y ahí estaban las dos latas donde creía atesorar mi único recuerdo de la infancia, mis canicas. Los botes son coetáneos del recuerdo que atesoran y no tienen desperdicio por si mismos. No he podido resistir la tentación de abrirlos y, como diría Berto, zasca!! 

En la lata de las infusiones verde ha aparecido mi primer billete de avión, que ya sé la mayoría pensará vaya tontería, pero que para un presunto aspirante a piloto de aviación, tiene su cosa. Digo presunto, porque en la segunda lata he redescubierto mis "aspiraciones profesionales". Bueno no sólo eso, sino el motivo principal de mi ataque de nostalgia. Allí, dobladas y en un pésimo estado de conservación, estaban las primeras cartas de amor recibidas hace la friolera de...34 años de nada.

Claro que catalogarlas así, una vez leído el contenido, es mucho catalogar. Pero lo cierto y seguro es que así estaban catalogadas en un rincón de mi memoria y corazón y así se quedan. Repuesto del impacto inicial, viene a mis labios una sonrisilla melancólica, de una cierta morriña. Está claro pues, nostalgia en estado puro. Si leo y observo el contenido, las formas, llego a la conclusión que entonces ya prometía maneras, casi todas torpes.

Observo el "complejo" sistema de comunicación vía intermediarios. Veo las prisas, "contestar a la hora del patio" o "a la entrada a clase a las 15". Veo una letra nerviosa, casi caótica, aunque quizás debería decir sólo infantil. Advierto el momento "delicado", pues coincide con mi cambio de casa, mi marcha del barrio de la niñez, como ya he explicado en otra ocasión. Incertezas, promesas, anhelos...y muchas ganas de hablar, ya entonces. Veo una desconocida que quería ser periodista, pero de entrevistas, no de viajar. Veo un futuro ingeniero químico que no lo fue, salvo cuando jugaba con el "Quimicefa", para descanso de la humanidad.

Pero la guinda, lo que no me esperaba y mi traicionera memoria había borrado  y me había ocultado por completo, es una carta mía, nunca entregada, escrita muchos años después de mi marcha. En fin, los primeros amores o mejor dicho el primer amor, al que he vuelto por desordenado y por hoy ya me vale.

Al final me clausuraran el blog por aburrido e insustancial. Pido disculpas.




viernes, 8 de noviembre de 2013

Mi Infancia. Mi Barrio. Mis Orígenes II

Hace unos días me encontré con un amigo de la infancia al que hacía mucho tiempo que no veía, todo y vivir cerquita, nuestros ritmos vitales son muy distintos y sólo coinciden de uvas a peras o cuando nos buscamos alguna excusa para organizar una cenita multitudinaria y "revival". El caso es que a su segunda cerveza y mi segundo té, de esto ya hablaremos otro día, nos pusimos a recordar las batallitas de críos. Debe ser el otoño, que aunque climatológicamente se ha resistido en llegar, se ha instalado ya en nosotros hace tiempo. Y hablando y hablando, se nos fue un buen rato, sólo interrumpido por una llamada de socorro a mi móvil. 

Total y a lo que voy, se me quedó en la cabeza el run run del recuerdo, la nostalgia de las anécdotas vividas, que habladas, se hiceron repentinamente cercanas. Y claro, la batidora que tengo por cabeza, se puso a pensar y a insistirme tanto que me propuso el desafío de si sería capaz de ordenar y contar cual ha sido mi historia en formato "explícaselo a tu hijo y que lo entienda y no te pida ver los dibujos de la tele". 


Y como siempre que me retan, pico el anzuelo, me dispongo a perpetrar el asalto a mis recuerdos. Lo haré poquito a poco, si se me permite y para no cansar en exceso, a riesgo de resultar pesado en algún momento, porque más de uno dirá, pero no habló de sus orígenes ya?. Así que, para los que quieran, es el momento de dejar de leer y abandonar, yo lo aviso.


Nací un verano de calor, mucho calor, de esa que llega en olas y que cada vez tenemos con más frecuencia. Me pasó como a Obelix, de tanto calor como hizo, desde entonces casi siempre tengo o sufro el calor. Y si hijo, hubo un tiempo que también fui bebé y no tenía el pelo de "abuelo" como ahora. De hecho fui pequeño mucho tiempo y estuve siempre rodeado de mayores. Las tíos y las tías, los abuelitos, que si, siempre han sido mayores. En casa siempre había mucha gente mayor, casi como cuando las fiestas de cumple pero sin piñata.


Y éramos muchos y el piso era pequeño y se dormía en literas, los chicos por un lado y las chicas por otro y los abuelos y la abuelita C. Pero eran literas mágicas, a veces se convertían en castillos, otras veces en barcos o submarinos, otras en aviones, o en coches super rápidos, más que Rayo McQueen. 

El paso del tiempo era diferente. Las horas del reloj llegaron mucho más tarde. Había  el tiempo de ir al cole, bueno ahora lo llaman escuela, había el tiempo de casa y el de jugar, siempre el de jugar. Estábamos siempre jugando, y en la calle, porque los parques eran sólo los de atracciones y la escuela no tenía vallas y se podía jugar siempre en los patios, porque había más de uno. Y jugábamos en la plaza, y en las fuentes, y en casa de Pedrito o de Manolo Pequeño, o en el rellano de la escalera, o nos íbamos de exploradores por la montaña o los campos,porque antes aquí cerca pasaba como en el pueblo. Y jugábamos con la pelota en la calle, que no estaba prohibido, o al bote, o a pillar, o a canicas (gua, chiva, pie, tute, rematute, gua y mate), incluso a un juego que después me enteré que se llamaba beisbol. Y claro, con el mecano, los geyper o los arganboys o clicks, los cromos, la peonza...


Y en verano, eso de los casales o las colonias no existía. Acabado el cole, con la tieta y mi mamá, tú abuelita, nos íbamos al pueblo, a estar con los abuelitos E y C, mis abuelitos. Los viajes eran entonces más largos a pesar de ser la misma distancia. No había molinos de viento, ni el Gigante de Hierro nos salía a saludar cada vez, ni el puente de luz, ni los chorrillos... Íbamos en tren y autocar o taxi. Eso si, en el pueblo también  estábamos todo el día en la calle jugando solos y sin mayores. A todos los lados, a todas horas. Y subiéndonos a las higueras, como Juan Perro y su nave estelar. Utilizábamos el botijo para beber, las calles eran de tierra y el tío J tenía muchas ovejas y corderitos que siempre estaban paseando.


Pero el año que cumplí ocho, cuando las clases no tenían nombre como ahora, pasaron cosas muy importantes. Mi abuelito se puso malito y nos quedamos todo el invierno en el pueblo yendo a la escuela con todos los niños y niñas mezclados. La maestra era tan seria que parecía casi de Hallowen. Hacía tanto frío, que si sacabas el dedo por la noche, se quedaba como una estatua helada. Pero aún así, jugábamos en la calle. Tuvimos que volver aquí, a la ciudad, a casa para hacer controles (antes los llamaban exámenes). Poco después el abuelito marchó a estarse con las estrellas en el cielo. Y brilla mucho, tanto como una galaxia entera, pero a cambio dejé de verlo para siempre en la casa y lloré mucho.

Pero la vida sigue y está llena de aventuras. Poco tiempo después, volvieron los buenos momentos. En casa se hizo una fiesta muy grande para celebrar el aniversario de novios de los abuelitos. De repente apareció mucha familia nueva.Aquello era increíble. 
Con los abuelitos a partir del siguiente verano empezamos a viajar por toda España y no solo íbamos al pueblo. No se acababa nunca de conocer sitios de playa, de montaña, castillos...

Y la tele? entonces era en blanco y negro, aunque llegó el color. y sólo había 2 canales y los pequeños sólo podíamos ver dibujos, porque casi todos los programas llevaban rombos. Así llegaron Heidi y sus ganas de vivir, Marco, Vicky el Vikingo, un niño con muchas ideas como tú, Mazinger Z y Afrodita A. Más tarde llegó una niña extravagante y que le daba lo mismo ser diferente a los demás y no pasaba nada por serlo(esto descubrí que era muy importante). Con el tiempo, como te pasará a ti, muchos de ellos te darás cuenta que eran...infumables.

El barrio poco a poco fue cambiando y perdiendo la alegría. Dejó de ser como un pueblo donde todos nos conocíamos. La palabra crisis que tanto oímos ahora, entonces también estaba por todos los lados. Mucha gente buscando la libertad cayó en demasiadas trampas, pero de eso hablaremos más adelante, seguro. La gente de repente salía a la calle a pedir las cosas gritando, siempre gritando y eso yo no lo entendía. Pero el caso es que, carreras aparte, se podía hacer y cada uno defendía lo que consideraba mejor no sólo para ellos, sino para todos, no como ahora. Eso tenía un nombre que yo no había escuchado nunca, manifestación. En aquella época siempre había, tantas que la gente se acabó aburriendo y dejando de hacer. Hasta ahora se han llevado poco, o incluso han estado mal vistas, pero creo que toca otra vez sacarlas como los juguetes que tenemos mucho tiempo guardados y un día los redescubrimos y nos hace mucha ilusión jugar con ellos.

El cole cada vez era más difícil, pero más interresante. Sobretodo porque un año de repente, y aunque suene un poco extraño, nos juntaron a los niños y las niñas, si antes los niños y las niñas íbamos separados a la escuela. Fue un cambio "supermegagrande!!!!" Los niños cambiamos, pero sobretodo las niñas. Y nadie nos dijo como se debía jugar juntos, ni hablarnos. Suena raro, verdad? lo cierto es que cada vez nos costaba más jugar a canicas, a la pelota, al bote...La gracia estaba en ir muy rápido con la bici para así dar vueltas a la manzana y poder ver a las niñas a cada pasada, de manera fugaz hasta la siguiente vuelta. Y los domingos, pues a misa como Dios manda. Claro que era muy divertido porque aprovechabas para ver de manera "sutil" y "secreta" a las niñas, alguna con cara de princesa de cuento que te hacía soñar con castillos...


Y lo dejo aquí, por hoy ya es bastante. No quiero abusar de nadie...prometo continuar otro rato torturando a quién se deje y estrujando mis recuerdos...todo por tomar té.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Pa'vernos Matao!!!

Pues si. Mi vida ha cambiado tanto que ahora estoy al otro lado del péndulo de la nocturnidad. Guardo constancia del día y hora, así como los sitios donde he estado cada vez que salgo. Si, recuerdo la fecha y el lugar. Pasa algo? Qué fuerte y cómo ha cambiado el cuento! Eso que antes no hubiera conseguido ni llevando cumplido control en una agenda, o bien descartando el día en que dejaba de salir. Y claro, lo mismo que puedo recordar a la perfección la salida y sus detalles, a mi cuerpo le pasa lo mismo y está varios días protestando y haciéndomelo evidente. 

Esta última vez la culpa ha sido de unos amigos, todo a pesar del desolador panorama personal que arrastramos, donde se acumulan crisis a la misma velocidad que las décadas que cargamos en nuestras mochilas junto a las responsabilidades acumuladas.Y todo para ver que, pasados los años, la noche no ha cambiado tanto, espero explicarme, un poquito de por favor. 

Ha cambiado el que ahora no basta con una llamada por la tarde para verte por la noche o al día siguiente. Son necesarias varias llamadas, correos y whatsapps. No puedo que esta semana me tocan los niños. Ah, estoy en una feria en Vetetuasaberdonde. O, estoy cansado y con fiebre y he dormido poco. No ha cambiado tanto en que quedas y resulta te llevan al garito cerca de la Diagonal, el de toda la vida, vamos, el productor de manifiesta y reconocida alergia para ti. Para aun día que sales y te llevan donde siempre.

Ha cambiado en que ahora pagas la entrada, si como lo oyes, pagas la entrada porque ya no está en la puerta Fulanito y aquí cotiza todo el mundo. Y cambiado en el precio de las copas, que me veo a mi edad haciendo botellón. Pero no ha cambiado en nada, cuando entras y ves las mismas miradas de la noche, los tiburones y tiburonas (ojo con el género que no quiero a nadie enfadado), eso si más desgastados, pues la edad no pasa en balde para todos. Y siguen las sonrisas detínfricas y los vestidos ajustados, algunos a riesgo de provocar alguna lesión respiratoria seria. Vamos, que están casi todos, incluido el capullo de los pulgares en los bolsillos del pantalón y mirada seductora tipo Jaques y que se cree el anuncio del desodorante.Como decía, pa'vernos matao!!!

Y la conclusión está clara. La noche no ha cambiado tanto, el que ha cambiado, y mucho, soy yo. Que me sacan de paseo y sólo pienso en volver junto a ti. Lo único que quiero es tenerte cerca, que me des la mano, nos besemos, poder hablar sin prisas y sin pausas, que disfrutemos de una cena, a estas alturas casi me da lo mismo el sitio y la cena,con tal de que nos la sirvan, me tomo hasta una Mirinda. Yo querer, quiero estar junto a ti y punto.