sábado, 31 de mayo de 2014

Yo te Doy Cremita...Tú me das Cremita

No, lo siento, no pretendo recordar el hit veraniego de la O.N.C.E. de hace unos años, bueno la friolera de once valga la redundancia. No solo por mi nulo sentido del ritmo y mi poca capacidad de cantar, sino porque es a la conclusión a la que he llegado durante estos escasos tiempos en los que ando metido en las redes sociales. Yo, que ya peino canas, me sigo asombrando con la empalagosa capacidad de la gente para el autobombo y la adulación fácil, rozando lo grosero, que se practica.

Los "me gustan" van que vuelan, ya se trate del tema más escabroso. La carrera por "sea el primero en decir que le gusta" creo que a veces resulta de lo más estresante (ay Manquiña!!!). El dar las gracias a cualquier comentario, poner como favorito, retuitear sobretodo si a uno le mencionan o publicitan sobre cualquier acontecimiento o presentación en el que ande metido (hoy estaré aquí, hoy presentaré allí, mañana estoy en tal programa...). Citar al que nos cita, compartir...sin ton y son, o con toda la intención del mundo.

Afortunadamente, desde mi anacoretismo social y mi escasa repercusión en el mundo mundial, me permito hacer los comentarios con toda la libertad que el ministro nos permite. Es mi terapia. Ojo, que como casi siempre, procuro pensar lo que digo, bastante coincidente debo confesar con decir lo que pienso, que la corrección política nunca ha sido mi fuerte y no aprenderé nunca, aunque sea a costa de no recibir cremita...


http://youtu.be/v4keI1fWM2g

jueves, 1 de mayo de 2014

Proverbio Chino...

"...EL LAVABO ES SOLO PARA CLIENTES"


Este "proverbio" da la bienvenida a todo cliente osado que entre en un bar regentado por chinos, se llame "Casa Pepe", "Rincón de la Abuela" o "El Racó de la Yaya" o "El Dragón Rojo". Me permito ser tan taxativo una vez realizado un profundo estudio (que esto de profundo estudio siempre queda bien para vestirlo de seriedad). Y lo pongo así, sin ánimo ni pretensión de ofender a nadie, a ningún honorable integrante de la comunidad asiática más numerosa.Te recibe visible y antes de que franquees la entrada. Aquello de "Reservado el Derecho de Admisión", es un concepto nebuloso que puede inducir a errores, que puede ser objeto de sesudas e interesadas interpretaciones, de provocar equívocos, de generar acaloradas discusiones dueño versus cliente. Directo, oiga usted! absténgase de entrar al lavabo si no va a consumir.

Invito a todo el mundo a comprobar la veracidad y exactitud desde la tranquilidad de un trabajo bien hecho y de unos resultados irrefutables. Lo que si debo pedir es disculpas si alguien se ha sentido defraudado, si esperaba alguna trabajada aportación sobre Confucio, pero para ahorrarme disgustos y parafraseándolo os diría que bastante tengo con exigirme a mi, así que por una vez y sin que sirva de precedente...

"...El Blog es para todos, clientes o gente que se ha confundido al cliquear"




miércoles, 30 de abril de 2014

Mis Rincones

Debo confesar cierto desasosiego una vez me he puesto delante de la pantalla a escribir esta entrada. Creí en principio que saldría fluida, del tirón, inspirado y a la estela del blog "A dos pasos del Paraíso (http://adospasosdelparaiso.blogspot.com.es)", animado por su autora a que publicara alguna foto. Pero el caso es que una vez puesto en materia, empiezo a ser consciente de que aquellos rincones que me han servido de refugio están en mayor peligro de extinción que nuestro lince, que ya es decir. Claro que bien mirado, a lo mejor de lo que debo ser consciente es que cada día soy yo el que ando linceando por esta vida.

No se si a todo el mundo le pasará, pero en mi caso confieso que siempre he tenido rincones fetiche donde me ha gustado refugiarme, pararme a pensar, más si cabe, e intentar por un lado mirar de ombligo hacia dentro para detectar las disfunciones de la maquinaria emocional, la física quedó descartada de mejora hace tiempo y me conformo con luchar para que no se deteriore muy rápido. Por otro lado, de nariz hacia delante, adivinar el futuro sin caer en la ensoñación, intuir por donde me gustaría que fueran los tiros.

Supongo que la inquietud me sobrevuela escribiendo esta entrada, más por mis pocas habilidades para aplicar la más mínima de las reflexiones positivas que me lleven a sacar agua clara, no digamos ya conseguir el más mínimo de los propósitos de los que tan flojo ando, que por la transformación de esos lugares refugio que me habían servido hasta la fecha, hasta convertirlos en paisajes casi desconocidos, cosa que tampoco ayuda.

En esta ciudad de escaparaterizada, volcada cada vez más en el monocultivo del turismo, los rincones tantas veces pateados, tantas veces respirados, han dejado de ser paseables, respirables, para convertirse en un producto más en este gran Bazar. Y seguramente debería de estar orgulloso, pero lo cierto y verdad que entre las entradas para acceder a pasear en el caso de Montjuic o la descomunal reforma sufrida para dar cobijo a los cruceros de turistas estresados y vomitados para que consuman con voracidad de termita en el caso del añorado rompeolas...dejan que los rincones queden reducidos a muy pocos.



Castillo de Montjuic
Adiós rompeolas

La Pardina



Cada vez más necesito irme a ese rincón perdido del Aragón profundo, de los muchos que existen en esa tierra dura y que te curte el carácter, final de camino hacia ninguna parte, origen y destino de una parte de mis ancestros. Rincón olvidado del mundo, de gente que oculta sus flaquezas tras una muralla de dureza caliza, renuente al elogio sin trabajo, atentos y vigilantes ante cualquier intruso en su ecosistema, por mucho que lleves décadas intentándolo. Aquí vuelvo, a pesar de los pesares, siempre que puedo. Aquí respiro y me recargo. Aquí vengo a escuchar el silencio estruendoso de viejas carrascas, de terruños y mares de cereales mecidos por ese cierzo que está siempre atento. Aquí se abrazan mis recuerdos, mis inquietudes, mis anhelos.

Y finalmente, está el rincón de los rincones. Mi rincón preferido. El rincón que me alimenta. Estás tu. Con tus perfectas imperfecciones. Tus curvas vertiginosas que siempre busco, que siempre necesito. Tu calor, tus manos, tus besos. Necesito saberte cerca, saberte cómplice.




miércoles, 2 de abril de 2014

La Novela que Nunca...

...Sabré escribir....y me gustaría ser capaz:



Ahí me encontraba yo, todavía estupefacto e intentando recuperarme, después de las dos llamadas recibidas en el móvil, seguidas y sin solución de continuidad, en lo que a priori estaba predestinada a ser una tarde más de un domingo cualquiera echando la partida de guiñote en el bar de Pilar y Angerlita, y que entonces no sabía hasta que punto iban a cambiar el rumbo de mi monótona vida. La primera a cargo de mi ayudante, el teniente Martín Lesma, nervioso casi hasta el histerismo, al relatarme como se había hallado el cadáver de Don Pablo, muerto de un tiro a bocajarro con una de sus famosas escopetas de caza. La segunda y todavía más perturbadora, proveniente directamente de la Dirección General de la Guardia Civil y cuando todavía estaba apurando el carajillo de ron y excusándome con mis compañeros de partida, Javier mi pareja y Vicente y Germán la pareja adversa, ante mi abrupta marcha. La había realizado su máximo responsable, el General Pérez Remón, personaje que me ha perseguido durante toda mi vida profesional y de infausto recuerdo para mi. Espero algún día ser capaz de poder contarles.

Soy Cándido Salido Morenez, capitán de la la Guardia Civil destinado, a día de hoy, en un pequeño y tranquilo pueblo aragonés, antiguo número uno de mi promoción y brillante porvenir truncado aún antes de comenzarlo y defenestrado por un oscuro affaire coprotagonizado junto a la hija del General. No me pregunten el por qué soy guardia civil, pero si les digo que pertenezco a la quinta generación ininterrumpida como miembro del cuerpo en la familia y, como diría si todavía viviese el abuelo Conrado, porque para ser guardia civil se nace, no se hace. Entenderán ustedes que con semejantes antecedentes, estaba predestinado a serlo. Pero ya habrá tiempo de poder explicar con más detenimiento, eso si logro salir ileso de  todo este episodio perturbador de mi aburrida existencia y cuyo final se aproxima.

El desencadenante del relato que me dispongo a contarles es el Marqués de las Cinco Villas y Grande de España, Don Pablo Moncayo Díaz de Vico, que así se llama el interfecto, o ustedes me perdonaran pero debo ir acostumbrándome a hablar con propiedad, cualidad muy apreciada en el cuerpo en el que milito, debería decir ya, se llamaba el finado. Prócer  y hombre omnipresente de la comunidad, con múltiples negocios en la comarca y propietario de una de las mayores fincas, no ya de la provincia sino del país, "La Mora". En definitiva, uno de esos personajes que protagonizan y escriben la Historia, y para mi desesperación, además amigo personal del General, que una vez más se volvía a cruzar en mi vida y no se hasta que punto volver a determinarla.

Subido en el coche y dudando entre pasar primero por la Casa Cuartel para cambiarme y ponerme el uniforme, o dirigirme directamente a la finca del Marqués, volvía a recibir una llamada que me sacaba de mis cavilaciones del teniente Martín, todavía nervioso, pero con el que esta vez si pude empezar a establecer el protocolo de las primeras actuaciones a realizar. Una vez me pudo aclarar donde se había encontrado el cadáver, tuve claro que seríamos los responsables de llevar a cabo la investigación, si no había una orden contraria de la superioridad. Se explicaran ustedes el por qué y es muy sencillo, la finca "La Mora" abarca varios municipios y afecta a tres demarcaciones del Cuerpo, pero la casa principal se encuentra dentro de la que yo era el responsable. Por cortesía y porque sabía de las repercusiones que tendría el caso, le pedí al teniente que localizara a los jefes de las otras demarcaciones y les informara de lo acontecido...





viernes, 21 de marzo de 2014

Smart Phone - Stupid Behavior

Lo primero que debo hacer es pedir disculpas por el título de la entrada. Pero como acostumbra a pasarme últimamente, me vuelvo a subir por las paredes. Y es que estamos otra vez delante de una de esas palabras, expresión o nueva terminología que ha triunfado y está en boca de todos y a todas horas, para todo. Porque manda "güebos" que definamos a un cacharro, como es el teléfono, de "smart" o inteligente. Seguramente estaré equivocado, pero yo lo veo como un signo más de la carencia de la misma, la inteligencia, que ya sin disimulos brota a borbotones o que mal soportamos.

Porque acabar llamando inteligente a un cacharro que simplemente nos ofrece prestaciones más o menos complejas, más o menos necesarias (que de la necesidad se hace virtud deben de enseñarlo en marketing), mayores posibilidades o funciones de uso, creo que habla de la inteligencia del que las aporta y del que nos las está colocando, en detrimento de las nuestra. Porque por más que lo miro, no deja de ser un objeto inerte y sin vida, no lo veo ni despierto, ni espabilado, ni astuto o ingenioso.

Y ahí voy a la segunda parte del título de la entrada. La estupidez humana, que pocas veces es consciente o conocedora de sus límites, nos lo ejemplifica una vez más ante este fenómeno de "inteligencia" "artificial " para acabarlo de redondear. Y ahora que lo de presumir de coche está caro y por mucho que se empeñen o se pongan cómo se "pive" además es poco ecológico y sostenible, y una vez nos han hecho ver la conveniencia y necesidad imperiosa de tenerlo bien grande, el teléfono que quede claro, ahora resultará que somos inteligentes según el móvil que desenfundemos, se presumirá como aquello del valor que nos decían en la mili.

Tenemos tantas cosas a nuestro alcance, tanta libertad encerrada en 4 o 5 o 6 pulgadas que la cosa aun no ha parado de crecer, que estamos casi todos presos, tarifa plana y conexión wifi mediante, practicando el autísmo más feroz y desbocado allí donde nos encontremos. Conectados con el mundo mundial, a todas horas, sin apagar el teléfono no vaya a ser que nos perdamos el último comentario gracioso del grupo de whats, la penúltima noticia inquietante, el último fenómeno de las redes...De la absoluta falta de cobertura en lo cercano, en el contacto físico, en el roce más allá de la pantallita de las narices, en la conversación pausada e inteligente de más de cinco minutos...ni rastro, ni se esperan. Mejor recordarlas, en que estaríamos pensando para no haberlas grabado, "guasapeado", "bloguerizado" como dios manda.

Ha calado tanto, ha llegado ya a todas partes, está tan presente, que incluso los pequeños prefieren y se sienten más atraídos en jugar con el teléfono (ellos ya no distinguen entre móvil y fijo), que eso de los coches, las muñecas, las construcciones o los trenecitos no vale para nada. Y nosotros riéndoles la gracia y asombrados de su asimilación digital, de su facilidad en encontrar las fotos, los vídeos...hasta un límite claro está, que no olvidemos todavía no existe la aplicación de educar a los hijos, ya tardan señores de la manzana!!! que el desaguisado en su ir y venir y el borrado de contactos, chats o post, lo deben entender es un límite que no les dejaremos pasar.

En fin, lo dejo aquí que, mientras escribía esta tontería, ya se me ha reinstalado la última versión del sistema operativo en el teléfono, y espero poder esta vez si, enviarte un mensaje para ver si, hoy que es viernes, nos podemos mirar a la cara y hablar, si no estamos muy cansados y si el maldito tintineo del p...móvil, de los p....huevos nos los permite. Qué estúpidos llegamos a ser, coño!! Qué poco inteligentes!!


martes, 11 de marzo de 2014

Una de Polis...

La verdad es que me las prometía muy felices, tanto, que una vez más, se me desembocaba la imaginación. Pero eso ya sabes que me ha pasado cada vez que te has insinuado con una mirada de soslayo, con un comentario lanzado al aire, con un mensaje en el teléfono, con una contestación provocativa aprovechándote de cualquier otro tema y de mi imposibilidad de poder replicarte, aprovechándote de la distancia. Una vez más, pensé que esta vez sería diferente, que esta vez si proponías un juego en serio y no lanzabas tu enésima provocación.

Me dijiste en un susurro..."vamos a jugar a polis..."y claro, mi cabeza se disparó a mil por hora. Eché mano de los recuerdos de mi hemeroteca, de mis fetiches. Me imaginé cuan Harry Callahan con su 44 Magnum presto a resolver cualquier problema, vamos "alégrame el día...". Me vi haciendo de aquel bruto de Starsky a toda pastilla (el coche rojo ya está y solo le falta el rayo blanco) yendo a salvarte a ti, Hutch, atrapada en una investigación y en peligro. O a lo Philip Marlowe, no cualquiera por eso, hablamos de Bogart o Mitchum todo se ha de decir, intentando resistirme a tu mirada de femme fatale, a tu traje de falda tubo, a tu caída de ojos insinuada entre tu pelo...sin conseguirlo.

Pero una vez más, todo se ha quedado en mi imaginación y en tu mirada inquisitorial preguntándose que me está pasando otra vez. Todo se ha quedado en una mala interpretación por mi parte, en mi falta de empatía, o en una nueva mala pasada que me juega mi permanente estado primaveral. A lo sumo la cosa se queda en el viejo cliché de poli bueno y poli malo, en el que sin derecho a elegir me toca hacer siempre de poli malo, de servir de amenaza como último y, muchas veces, único recurso. Para conseguir que te hagan caso, cuando se supone que eres tu la de los recursos, cuando eres tu la que gozas de su idolatría incondicional. Me utilizas como ariete para derrumbar las últimas resistencias de un largo día, reservándome solo a mi tu severa mirada cuando ves que me excedo de mi papel impuesto de poli malo.

Así que una vez más, recojo el Magnum, o me subo al coche para ir con rapidez a sumergirme en las batallas que se dan en los pasillos del supermercado, o me pongo el sombrero de ala ancha para esconderme. Con mi imaginación a cuestas todavía confusa y sin saber que es lo que ha fallado otra vez...enésima bofetada de cruda realidad...en que estaría pensando yo cuando pensé en una de polis...si acaso a ver si la próxima entrada me atrevo a colgar una de polis, pero de verdad.

martes, 4 de marzo de 2014

Gritar!!!!!!!!!!

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.


Siento sentarme y ponerme a gritar así, de este modo y aquí, que no toca y sin avisar. Desahogarme de esta manera, cuando se supone ejerce en mi cierto bálsamo, que me "terapiza". Pero es que como siga así, o rompo el pulsómetro, o rompo alguna arteria, o como hoy, acabo a punto de romperle la cara a alguien. Claro que estoy seguro me arrepentiré irremediablemente más tarde, sin ninguna duda y con mucho remordimiento, no ya de mi escaso lado pensante, sino más bien del atávico que me empeño en reprimir cada vez más. Y si de haberme quedado solo en dar un susto y por no, ya que me he bajado del coche, darle un guantazo como se merecía según mi obcecada visión "Brownsoniana" de la justicia. Que se sepa y lo sepan todos que no solo lo puede hacer el amigo Putin o nuestros excelentísimos ministros de Justicia o Interior. Que generar bochorno e incredulidad cuando uno se pone, también es capaz.

Del iracundo espectáculo ofrecido a mi hijo, de ese momento deleznable, no sé como saldré vivo, no sé que explicación le puedo dar a mi hijo, sinceramente creo que ninguna y si pedirle perdón, aunque seguramente no lo entenderá. Tampoco sé cuando, porque aún ahora, si me paro a pensar, noto las ganas de acabar el trabajo. Así que tengo por delante mucho que remendar, porque si en las calzas no me importa ir más o menos "arreglao", en esto otro reconozco que me confronta  en demasía con el tipejo que he visto hoy bajarse del coche.

Como habrá sido la cosa que hasta el "Sr. Ipod" me ha regalado una canción de uno de los gamberros musicales que todavía pululan por estos lares, de uno de los pocos bufones de reconocido oficio que además hace buenas letras y canciones, a pesar de sus pesares. Y aunque se que no toca aquí que para eso tengo mi  "musicaentrocitos.blogspot.com", por cierto, abandonado, pero no olvidado y que espero pronto recuperar, aquí dejo la canción que me ha devuelto a la realidad.



viernes, 21 de febrero de 2014

Miradas de Princesas Perdidas

Hoy hace más de una semana que me topé con tu mirada triste y perdida, con tu cuerpo exhausto tirado en aquella fría acera, acompañada por ese desconcertado y temeroso aunque siempre fiel animal. Y sigo sin conseguir apartarla de mis pensamientos, pulula por los rincones de mi cabeza, donde me retumba e incomoda. Y a pesar de ser una mirada vacía, sin contenido, que te ocultaba a mis recuerdos y memoria, pude ver las fauces del agujero negro en el que te encuentras atrapada, en el que has convertido tu vida y la de aquellos que te rodean. 

La trampa que tu sola y a conciencia has ido cavando, con esa determinación que siempre te ha caracterizado y distinguido. La trampa que tanto criticabas a tus amigos no hace tanto tiempo, y que hoy seguramente no recuerdas ya, aquel comportamiento que condenabas como sólo tu has sabido hacer siempre. Esa capacidad sentenciadora, objetiva y ecuánime de la que siempre has presumido. No quiero caer en la misma tentación. No quiero que estas líneas suenen a reproche, porque el único que me podría hacer sería ante mi falta de determinación, ante mi pasividad viéndote como te he visto caminar hacia el abismo. 

Princesa Sabinera empeñada en tomar el camino inverso, en agarrar el tranvía para escapar del barrio de La Alegría, Distrito Felicidad, de la Galaxia Irreal de tu vida que andas queriendo destruir, a pesar de ser aquello que tanto soñaste, aquello a lo que dedicaste tanto esfuerzo siempre, sobretodo para mostrárselo a los demás, para tirar a la cara de los demás. Y te escribo aquí. Y me desahogo aquí, en la clandestinidad de mis vergüenzas y miserias y en tu ignorancia sobre estas líneas de las que nunca sabrás, para paliar mi desasosiego. Yo también soy egoísta cuando me pongo.

Tu generoso y cansado corazón no ha cesado de enviarte señales que nos has querido escuchar, como también has hecho con muchas personas que te han querido, te quieren o siempre te querrán. Aquellas mismas que con suma facilidad has gustado siempre de clasificar en tus listas de vituperados y que, modestia aparte, he liderado en la mayoría de ocasiones para tu consuelo y a mucha honra. 

Aferrándote como has estado siempre, como continuas queriendo estar aún hoy que careces ya de fuerzas para conseguirlo, en ser la protagonista de la película de los demás, olvidándote de la única que deberías protagonizar, la tuya. Apegada al pasado que se fue y que obcecada pretendes cambiar. Malviviendo agarrada a lo que pudo haber sido y descuidándote de vivir tu vida y llenarla de sentido, de gastar tus energías y vivir junto al último y abnegado Príncipe de cuento que queda. Cómo no te has dado cuenta? En qué cajón guardaste tu presumida inteligencia?

El caso es que aunque cautiva y desarmada, sin balas en la cartuchera con que recargar, aparece ante ti una nueva y no merecida última oportunidad. Espero que la agarres, creo que todos esperamos que lo hagas, porque solo tu puedes hacerlo y tienes aún la suerte de poder hacerlo. Los demás pondremos nuestros hombros, nuestros brazos, nuestros abrazos y cariño y ayudaremos en la medida de nuestras humildes posibilidades, aunque te parezca mentira y te sepan a poco. Espero que no la chingues una vez más, porque esta vez chuparás faros y ya no te valdrá que te valga madres. Así que hija de la chingada, sé chingona como sólo tu sabes serlo, cabrona. Quiérete y acéptate como eres y pon todo tu esfuerzo en vivir tu vida y mirar hacia adelante. Recupera tu mirada.




lunes, 10 de febrero de 2014

A Qué Esperas? Actúa, Coño!

Cuantas veces el no hacer, la espera, la pasividad han tenido consecuencias terribles, pérdidas de oportunidades cambiadas por un aquello que podría haber sido y nunca sabremos. Cuántas veces nos ha llevado a dejar pasar oportunidades únicas, vivir momentos difíciles de repetirse? Por qué nos cuesta tanto, o si fuera sincero debería decir me cuesta, dar siempre ese primer paso? Por qué esperar? A qué esperamos? El tiempo, que devora nuestra vida a velocidad vertiginosa, es implacable testigo de nuestras indecisiones, de nuestras dudas, la mayoría de las veces de nuestro maldito orgullo. 

Ya sé que más de un@ me puede decir que en muchas ocasiones no viene mal atemperar nuestras impaciencias, poner freno a nuestras urgencias. Ahí está el refrán: las prisas son malas consejeras. Pero de lo único que pretendo hablar, y espero explicarme de manera inteligible pues ya sabéis como me lío, es hasta que punto esa pasividad, esos miedos que tan fácilmente autojustifican la inacción, son la mayoría de las veces nefastos, nos impiden vivir experiencias.

Por qué pasamos de la inmediatez más absoluta de la infancia, donde las esperas o las urgencias no atendidas devienen en tragedias, a los temores de dar ese primer paso, a esperar a que otros inicien el camino por nosotros? Qué perdemos en ese tránsito? Con qué piedras cargamos en nuestra mochila emocional? Tan poderosos son nuestros temores? Esto donde lo enseñan, alguien lo sabe? Quizás lo mejor será esperar a tranquilizarme y a que otro me de la respuesta. 

Esperamos tanto, sobretodo de los demás, que siempre tenemos preparada la excusa perfecta para no actuar y no responsabilizarnos. "No yo esperaba que me llamaras" o "el estuve esperando (aquí la unidad puede ser cualquiera: horas, días semanas...) que al final pensé..." Cuántas oportunidades perdidas? cuántas amistades lanzadas a la papelera? en cuantas ocasiones no os habéis arrepentido de no hacer esa llamada, enviar ese mensaje, dar ese primer paso. Sale siempre victorioso el miedo?

Esperamos tanto, tanto tiempo, que éste se nos agota y lo descubrimos tarde. Y para cuando nos queremos dar cuenta, ha pasado la oportunidad, el día, el fin de semana, la semana, el mes y esperamos hasta el desespero, hasta perder la oportunidad, hasta pudrir una relación. asistimos a un nuevo triunfo de nuestros miedos. Así que me permito la osadía de dar un consejo, me daré un consejo. A qué esperas? A qué espero? 

Será que estamos a un lunes más ventoso, frío y lluvioso de lo normal? Pensaré como decía aquel y su menos mal que sólo hay uno a la semana! Será mejor que lo deje pasar, no? A qué espero? Actúa Coño!!!

sábado, 1 de febrero de 2014

Mis Orígenes III

...recuerdas donde habíamos dejado la historia, tesoro? Estábamos en el verano en el que cumplía 12 años. No sé muy bien como fue, como empezó todo, pero el caso es que la chica más guapa del barrio y también la más tímida, creo yo, se fijó en mi. Esos días fueron muy intensos. La pena es que fueron cortos y pocos. Además recuerdas ya te conté que nadie nos había enseñado a tratar a las chicas, o lo que es peor, podía ser pecado!! Todo queda en un epistolar y bonito recuerdo. Ah! no te pienses, también me regalaron una bici de carreras. 

Pero ese verano, fue muy importante y una vez más se produjo un cambio importante. Mis padres decidieron cambiar de casa. Con el tiempo, me enteré de los motivos, pero entonces fue peor que cuando a uno le castigan sin dibujos. Pasamos del barrio, a la ciudad. Si otro barrio muy lejos, con calles como el nuestro, pero diferente. Había mucho ruido, muchos coches y todo el mundo era extraño. Ya no se podía jugar en la calle, un rollo. El piso era más grande, pero éramos menos viviendo. Yo tenía una habitación para mi sólo!! Con cama que se escondía!! 

También cambié de cole. Fui a uno gigante, más que la tuya nueva que tenía campos de fútbol y baloncesto, incluso hasta un bosque y piscina. Con muchos niños que además se llamaban de manera rara, todos tenían nombre y sin embargo se llamaban por el apellido!!! Era como una aventura el ir, pues cogíamos el autobús cada día o íbamos en coche. Los profes eran muy serios, parecía que siempre estuvieran enfadados, como tú profe de lengua. El Sr. Manzano, Mañé, Querol, Ferrer, Puget, Ricarte o la Srta. Rodón i la Teresa...ah creo que era más guapa que las tuyas.

A pesar de ser una escuela muy grande, no tenía muchos amigos, así que me dediqué al baloncesto y a los libros, donde las aventuras nunca se acaban y se aprenden muchas cosas. El leer es una aventura constante y un deporte muy importante para nuestro cerebro. Ya lo verás. Ah! las niñas volvieron a desaparecer un tiempo, pero cuando volvieron mis compañeros se volvieron locos y hacían cosas raras, ya vistas antes, claro, y que a mi no me decían nada.

Una tarde, cuando llegaba a casa muerto de hambre y con ganas de merendar, porque en el cole no se comía como ahora, un señor con unos amigos suyos, todos con gorro raro y una pistola, además de bigote y cara de pocos amigos entraron de malas maneras en el Congreso. Y por qué? Fue como si quisieran decidir ellos solos todo, a que juegos podíamos jugar y a cuales no, sin escucharnos. En casa todos los mayores se pusieron muy nerviosos. No paraban de hablar de cosas que les daban mucho miedo. Pero como las cosas se deben hacer bien y esta gente no lo estaba haciendo y, además, la mayoría no quería jugar a sus juegos...pues lo mejor es que seamos entre todos los que decidamos, no se les dejó y se les castigó una temporada larga, casi como un mes sin dibujos. A veces nos gusta más un juego que otro, pero es entre todos que debemos decidir, aunque cueste un poco más.

Me hice un poco más mayor y otra vez cambié de escuela. No fui al instituto. Pasé de uno muy grande a uno muy pequeño, sin patios, ni pistas para jugar. Sólo había chicos y chicas grandes, en clases muy pequeñas. Conocí al tío J y descubrí una nueva familia, no de sangre, con la que desde entonces viví y me han pasado muchas cosas, muchas aventuras, ya de mayores. Fueron años de búsqueda de mi Princesa Leia, conociendo a mucha gente y conociéndome de una manera diferente.

Pero no todo fueron grandes y chulas aventuras. En casa fueron años difíciles, como cuando te cuesta pasar de pantalla con SuperMario y las tortugas verdes te fastidian o sale el dragón gigante, todo a la vez. Son historias que me ponen triste y con ganas de llorar como cuando eres pequeño y lloras cuando te haces daño, como el Tete. Les pasaba a los tíos y tías, a los abuelitos, a todos. Y como yo era ya grande, en lugar de decirse las cosas muy bajito como hacen los mayores cuando hay niños, las escuchaba y pude ayudar, algo muy bonito (ya sabes lo que dicen los hermanos Coala). Ayudar siempre está bien, aunque quien sea se ha de dejar ayudar, porque los mayores muchas veces hacemos como los pequeños y no nos dejamos.

Y una cosa que se me olvidaba, muy importante. Cuando te haces mayor, casi nunca puedes o te dejan jugar. Y si lo haces, la gente te mira de manera rara. Todo es siempre muy serio, Todo es como un control de mates muy difícil y encima sin poder ir al patio o hacer excursiones al CosmoCaixa. Así que aprovecha ahora para jugar a tope!!

Por hoy lo dejamos aquí. El próximo día te contaré cuando conocí a la Princesa más guapa del cuento. Ahora a dormir, sussssss, que tu hermano duerme.