lunes, 10 de febrero de 2014

A Qué Esperas? Actúa, Coño!

Cuantas veces el no hacer, la espera, la pasividad han tenido consecuencias terribles, pérdidas de oportunidades cambiadas por un aquello que podría haber sido y nunca sabremos. Cuántas veces nos ha llevado a dejar pasar oportunidades únicas, vivir momentos difíciles de repetirse? Por qué nos cuesta tanto, o si fuera sincero debería decir me cuesta, dar siempre ese primer paso? Por qué esperar? A qué esperamos? El tiempo, que devora nuestra vida a velocidad vertiginosa, es implacable testigo de nuestras indecisiones, de nuestras dudas, la mayoría de las veces de nuestro maldito orgullo. 

Ya sé que más de un@ me puede decir que en muchas ocasiones no viene mal atemperar nuestras impaciencias, poner freno a nuestras urgencias. Ahí está el refrán: las prisas son malas consejeras. Pero de lo único que pretendo hablar, y espero explicarme de manera inteligible pues ya sabéis como me lío, es hasta que punto esa pasividad, esos miedos que tan fácilmente autojustifican la inacción, son la mayoría de las veces nefastos, nos impiden vivir experiencias.

Por qué pasamos de la inmediatez más absoluta de la infancia, donde las esperas o las urgencias no atendidas devienen en tragedias, a los temores de dar ese primer paso, a esperar a que otros inicien el camino por nosotros? Qué perdemos en ese tránsito? Con qué piedras cargamos en nuestra mochila emocional? Tan poderosos son nuestros temores? Esto donde lo enseñan, alguien lo sabe? Quizás lo mejor será esperar a tranquilizarme y a que otro me de la respuesta. 

Esperamos tanto, sobretodo de los demás, que siempre tenemos preparada la excusa perfecta para no actuar y no responsabilizarnos. "No yo esperaba que me llamaras" o "el estuve esperando (aquí la unidad puede ser cualquiera: horas, días semanas...) que al final pensé..." Cuántas oportunidades perdidas? cuántas amistades lanzadas a la papelera? en cuantas ocasiones no os habéis arrepentido de no hacer esa llamada, enviar ese mensaje, dar ese primer paso. Sale siempre victorioso el miedo?

Esperamos tanto, tanto tiempo, que éste se nos agota y lo descubrimos tarde. Y para cuando nos queremos dar cuenta, ha pasado la oportunidad, el día, el fin de semana, la semana, el mes y esperamos hasta el desespero, hasta perder la oportunidad, hasta pudrir una relación. asistimos a un nuevo triunfo de nuestros miedos. Así que me permito la osadía de dar un consejo, me daré un consejo. A qué esperas? A qué espero? 

Será que estamos a un lunes más ventoso, frío y lluvioso de lo normal? Pensaré como decía aquel y su menos mal que sólo hay uno a la semana! Será mejor que lo deje pasar, no? A qué espero? Actúa Coño!!!

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