lunes, 30 de septiembre de 2013

El Valor de la Ignorancia. El miedo que me aprieta

 
 
 
No sé como empezó todo, o si quizás forma parte del extenso catálogo de manías, vergüenzas e inseguridades que acumulo y que considero ha llegado el momento de deshacerme de ellas. El caso es que me embarco, sin saber ni tener claro el destino, en este cuaderno de bitácora, rumbo a lo desconocido. Con la imperiosa necesidad de contarme, de ponerme delante todas esas cosas que me bullen y explotan en la cabeza. De sacarme de encima todo un extenso catálogo de tonterías acumuladas que no me llevan a ningún sitio.
 
No sé si me servirá para eliminar o acabará por confirmarme en todos esos temores que arrastro. El caso es que siempre me han acompañado muchos por qué sin ser respondidos o sin gustarme la respuesta, que seguro que de todo hay y va siendo hora de ponerles un límite, un freno. Que la vida merece la pena vivirla sin tanta tontería ni paja mental.
 
Eso si, debo pedir disculpas por adelantado por mi lenguaje, mi manifiesta nula capacidad de expresión, por no tener ni idea de lo que es un texto bien estructurado, en definitiva por ser un pésimo...pondré "escribidor", que es lo único a lo que me atrevo, cualquier otra cosa seria un exceso.
 
 
 
 
 


5 comentarios:

  1. Buenos días:
    Espero que haya puesto control de comentarios y no ser la primera en comentar.
    Vengo desde La vida remendada.

    Con el tiempo se verá si le sirve de algo. Creo que sí. Liberarse, por escrito, siempre es bueno.

    Queda perdonado de todo lo demás

    Saludos
    Luna

    Quiero decir que me gusta, una barbaridad, el nombre de su blog, El nombre de don Gil me provoca una, agradable sonrisa.

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    1. buenos y sorprendidos días!

      no puedo por menos que agradecerle el haber leído mi entrada. Pensé que sólo iniciaba un viaje conmigo mismo, desde mi silencio. Siento informarle que es usted la primera entrada que recibo y que tampoco hay control de comentarios. Si no puedo controlar mi vida, cómo controlar algo que se me escapa con un clic?

      Gracias por su consejo, su perdón y su sonrisa. Me ha alegrado usted el día y viendo su procedencia, no puedo más que inflar mi maltrecho ego. La costurera, a pesar de sus pesares, hila muy fino.

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  2. Tiene razón. La costurera hila y deshila con una delicadeza exquisita y una maravillosa pluma.

    Saludos

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    1. Sólo hace falta que se lo crea y no nos mantenga bajo la amenaza de dejarlo...por dios que egoísmo!!

      un abrazo

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    2. Sólo hace falta que se lo crea y no nos mantenga bajo la amenaza de dejarlo...por dios que egoísmo!!

      un abrazo

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